Estafa Natal

Soñando con conocer el infierno, la única herramienta que tuvo a mano fue la de matarse. La decepción vino después de la nalgada, dándose cuenta que el infierno, aquel lugar maravilloso de fuego que le habían vendido, no existía. Ya en el lecho de la madre no le quedó mas que llorar, no por la nalgada, sino por la estafa.